Tuve la oportunidad de asistir a un taller de botánica con acuarela,
organizado por Picturatus y Troya design. Noemí y Caro, quienes fueron
las talleristas, nos enseñaron a plasmar nuestras plantitas pintadas con
acuarela.
Para llevarlo a cabo, cada asistente debía escoger plantitas de entre las que nos fueron proporcionadas. Comenzamos dibujándolas a lápiz, las calcamos en papel calco y terminamos pasándo a papel acuarelable, específicamente Canson. Ahí comenzó el juego. La acuarela es compleja y a pesar de que la llevo usando desde hace un par de años, me hizo sufrir puesto a que mis intenciones de que quede fiel a la hoja original no le permitían a la acuarela ser. En pocas, no me ejé llevar como dictaba el ejercicio. Aún así la hoja de Ginkobiloba que me sacó canas, fue mi favorita al momento de componer el diseño.
Entre las plantitas que escogí como modelos, están el guanto, yarumán, Ginkobiloba, arupo y arrayán. Las que pinté fueron el ginkobiloba, arrayán, yarumán y una hormiguita que me exigía ser parte del todo.
Escaneamos los diseños finales y montamos todo en photoshop y con eso dimos por cerrado el taller. Caro, se llevó los archivo a Cuenca porque su imprenta está allá.
Tras un mes y un poco más, me hice con mis productos y me siento bastante satisfecha por ello.
Aquí te cuento un poquito más:
Para llevarlo a cabo, cada asistente debía escoger plantitas de entre las que nos fueron proporcionadas. Comenzamos dibujándolas a lápiz, las calcamos en papel calco y terminamos pasándo a papel acuarelable, específicamente Canson. Ahí comenzó el juego. La acuarela es compleja y a pesar de que la llevo usando desde hace un par de años, me hizo sufrir puesto a que mis intenciones de que quede fiel a la hoja original no le permitían a la acuarela ser. En pocas, no me ejé llevar como dictaba el ejercicio. Aún así la hoja de Ginkobiloba que me sacó canas, fue mi favorita al momento de componer el diseño.
Entre las plantitas que escogí como modelos, están el guanto, yarumán, Ginkobiloba, arupo y arrayán. Las que pinté fueron el ginkobiloba, arrayán, yarumán y una hormiguita que me exigía ser parte del todo.
Escaneamos los diseños finales y montamos todo en photoshop y con eso dimos por cerrado el taller. Caro, se llevó los archivo a Cuenca porque su imprenta está allá.
Tras un mes y un poco más, me hice con mis productos y me siento bastante satisfecha por ello.
Aquí te cuento un poquito más:
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