El 2018 fue un año lleno de enseñanzas. Es de los años más significativos para mi. No lo atesoro pero lo guardo como uno de esos libros horribles que te cambian la vida para mejor.
Comenzó lleno de esperanza e inmediatamnete se convirtió en un suplicio, terminó pasable. No quiero ahondar por lo personal que me resulta así que lo descuartizaré en forma de lista de lo mejor y lo peor.
Comenzaré por lo peor:
- Una sopa de horribles emociones negativas por un corazón roto.
- Amigos no amigos.
- Retos sin terminar.
- Las cartas sobre la mesa.
- Descubrir mis debilidades más destructivas.
- Subir de peso.
- La torre.
- El perdón.
- Estudiar arquitectura.
- La Naná y sus cachorros.
- Kuro.
- Bianca.
- Bayley.
- Los nuevos amigos.
- Nuevos aprendizajes.
- Tatuaje nuevo.
- Más variedad de productos vegetarianos en Quito.
- Música valiosa.
- Arte.
- Aventurarme viviendo sola.
- Zepeto.
- Los paseos.
- José Benito Ruiz.
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